lunes, 14 de marzo de 2016

Malos hábitos, la necesidad de prestar atención.



   Lo primero a lo que nos enfrentamos cuando nos planteamos cambiar hábitos poco saludables, suele ser “¡qué difícil dejar de …!”, “yo no puedo”, “ya lo he intentado mil veces y no me funciona”, “aunque pueda al principio, en algún momento sé que voy a recaer”, “no sé por qué, pero simplemente no puedo”.
  Sin quererlo, vamos transmitiéndonos mensajes de lo imposible que puede ser, de lo incapaces que somos, de que tal como nos conocemos creemos que no podemos… Y vamos construyendo esta idea como nuestra realidad.
    Nos propondremos hacerlo, y sin embargo al poco tiempo vemos que “no podemos”, “está siendo muy difícil” o “he recaído”.

    Lo más potente de la realidad en la que estamos insertos es lo que nos contamos de ella. Si lo que nos contamos tiende a ser negativo, angustioso, estresante, vamos colaborando sin quererlo para que confirmemos nuestra idea.

    Aquí proponemos dar un paso diferente, un método sencillo, rápido y efectivo… Aunque ya te estés enviando mensajes a ti mismo de lo contrario, nosotras te decimos que lo es, así que más vale que te lo vayas contando.

  Piensa en un hábito que quieras cambiar. ¿Dejar de fumar?, ¿dejar la comida basura?, ¿abandonar el consumo de sustancias?, ¿cambiar tu rutina tan sedentaria?... Escoge aquel que hace tiempo te vienes planteando.

   He aquí la parte de la indicación más importante: te sugerimos no plantearte abandonarla… Al menos no en un principio.

    Lo interesante viene dado justamente con aquello que te sucede en el cuerpo y en la mente cuando practicas esos malos hábitos. Y en ello está la clave para abandonarlos, no como una propuesta presionada, sino porque sentirás que ya no lo necesitas. Tu cuerpo te pidió condicionar este hábito, y es el mismo quien te ayudará a desactivarlo. Lo único que habrá que hacer es poner mucha atención en todo lo que sucede cada vez que acudes a estos hábitos… La curiosidad será tu mejor compañera.

   Presta mucha atención a tu cuerpo, en primera instancia cuando estás en ello, por ejemplo cuando estás fumando, o cuando estás comiendo basura… Notarás un cambio inmediato al realizar la conducta como algo “habitual”, a realizarla prestando atención. ¿Qué le pasa a tu cuerpo? ¿Qué sabores hay? ¿Hacia dónde viaja tu mente? ¿Qué sensaciones aparecen? ¿Cuál es la emoción que prima? ¿Qué cambios vas experimentando conforme se desarrolla la acción? ¿Qué pasa al terminar? 

   Una vez que vas haciéndote experto en traducir todos estos mensajes cuando estos hábitos se producen, te será más fácil poner atención también antes de que se produzca. De esta manera, podrás dedicarle un momento a sentir curiosidad acerca de ti en aquellos instantes antes de la conducta. ¿Cómo estoy? ¿En qué estoy pensando? ¿Cómo me siento? ¿Qué le está pasando a mi cuerpo? Cuando hemos podido descodificar todos esos códigos, puede que nuestra antigua idea “positiva” asociada al mal hábito, vaya evolucionando a algo diferente. Y a su vez, esta nueva idea generará un nuevo aprendizaje y una nueva necesidad.

   Notarás que la única necesidad que tiene  que ser atendida de manera compulsiva es la de la curiosidad. Porque somos seres curiosos por naturaleza, y si damos libertad a esta necesidad, nos enseñará de nosotros mismos, de nuestro funcionamiento, de nuestros boicots.

   Toda conducta la hemos aprendido para luego realizarla de manera inconsciente. De manera que para “desaprenderla” tenemos que poner infinita atención a todo aquello que surge en esa experiencia. Sólo así podremos reconocer qué nos pasa realmente y por qué decidimos fumarnos el cigarro. Y sólo así podremos entender que nuestra necesidad última podría no ser fumar, si no más bien sentarnos a descansar, llorar si hace falta, dormir, correr, gritar, comunicarnos con alguien, desconectar,  abrazar, comer, beber…  Nuestra biología no nos pide fumar, porque no está hecha para eso. Nuestra biología nos está pidiendo algo a lo que hemos aprendido a responderle con un cigarro.

   Te invitamos a que intentes este nuevo método en cualquier conducta poco saludable que te plantees modificar. Total, en lo único que tendrás que invertir es en “poner atención”, puede que te sorprendas a ti mismo.

   Te dejamos el enlace de un vídeo en el que Judson Brewer, psiquiatra y experto en adicciones, explica muy claramente cómo funcionan estos malos hábitos, por qué se generan y cómo aplicar la técnica de la curiosidad para abandonarlos.
http://www.psyciencia.com/2016/08/judson-brewer-mal-habitos-dejar/