lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Yo terapia? Pero si no estoy loc@…


Cuando alguien le plantea a una persona conocida la posibilidad de ir a terapia psicológica, las respuestas más comunes pueden ser:

“Mis problemas los tengo que solucionar yo”
“Cómo le voy a contar mis problemas a alguien que no me conoce…”
“Ya me desahogo con mis amigxs…”
“¿Para qué, si no estoy locx?”

Estas posibles respuestas esconden prejuicios y desconocimiento acerca de qué es y para qué sirve la psicoterapia.

La terapia psicológica tiene como meta el mejorar el bienestar subjetivo de la persona a través de los siguientes objetivos generales:
- Fomentar la toma de conciencia
- Apoyar
- Escuchar
- Contener
- Acompañar
- Ayudar a gestionar
- Promover una mirada desde distintas perspectivas
- Proporcionar un espacio de libertad de expresión, sin juicio

Las situaciones por las que las personas acuden a una profesional de la psicología son muy diversas, y difieren de una persona a otra. Entre ellas, y dejando a un lado las más evidentes por la presencia de un trastorno mental, pueden encontrarse las siguientes:
-       Dificultades para la toma de decisiones.
-       Variación en el estado anímico.
-       Dificultades para afrontar situaciones estresantes puntuales.
-       Sentir la necesidad de hacer un cambio en la vida y no saber cómo gestionarlo.
-       Duelo.
-       Relaciones familiares con conflictos.
-       Problemas en la relación de pareja.
-       Miedos y traumas.
-       No sentirse bien consigo misma.
-       Necesidad de crecimiento personal

El ir a terapia supone reconocer de alguna manera que se está en una situación en la que los recursos personales pueden no estar siendo utilizados de la manera más eficaz posible, o que disponemos de otros que no estamos acostumbrados a poner en marcha. La terapia se trata de un entrenamiento en diferentes situaciones a pequeña escala y en un contexto seguro, potenciando no sólo una toma de conciencia que permita una mirada distinta, sino que está produzca un cambio en la acción.

Por otro lado, solemos tener un discurso muy cerrado de la problemática y necesitamos incorporar a esta narrativa información que inconscientemente dejamos fuera.

También durante el proceso terapéutico, al considerar otras perspectivas o explicaciones, pueden llegar a entenderse ciertas actitudes o formas de reaccionar ante diferentes experiencias y así empezar a afrontarlas de manera diferente.

Por último, el elemento central de la terapia es el vínculo terapéutico, que se ha demostrado como la clave esencial para que el proceso terapéutico se desarrolle de manera positiva tanto, para la persona que acude a terapia como para la terapeuta.

Nuestra propuesta pretende desestigmatizar mitos respecto al espacio terapéutico, invitando a adoptar una perspectiva más ajustada acerca de la utilidad que tiene la terapia psicológica.

Todas las personas, al menos, en algún momento de nuestro ciclo vital hemos necesitado, necesitaremos o necesitamos de los beneficios de la psicoterapia.


¡Buena semana!




Ángela y Carolina

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