lunes, 1 de febrero de 2016

Terapia de parejas, doble posibilidad de crecimiento

Cuando las parejas deciden ir a terapia de pareja, por iniciativa de uno o de ambos, generalmente llegan con el mismo discurso: “tenemos problemas por como está actuando él/ella últimamente”.

Tendemos a ver las causas de los conflictos en el otro. Y es normal. Las cosas se ven mejor si están a cierta distancia. Y también porque es más fácil cuestionar al que tengo enfrente que cuestionarme a mí mismo, pues yo tengo que seguir seguro de quién soy y lo que hago para continuar funcionando desde mi certeza.

Sin embargo, siempre la responsabilidad de la dinámica de la pareja es de ambas partes, haciendo, dejando de hacer, pidiendo que se haga, esperando que se haga, no queriendo hacer… Y parte del trabajo en la terapia es ser conscientes de esto, de lo que ponemos cada uno, de lo que esperamos del otro, de lo que necesitamos, de si lo que necesitamos podemos cubrirlo con la relación...

Muchas veces se redactan “contratos de pareja” que al tiempo de ser firmados no se ajustan a la realidad. Como ejemplo, vamos a imaginar que cada uno de nosotros es un pilar. Y que en un momento dado, dos pilares deciden co-construir un puente, co-construir una relación de pareja. Y se redacta un contrato que define el diseño, los materiales, el coste, el recorrido, el uso, el tiempo de construcción… Pero, ¿cuántas formas hay de construir un puente?

Hay puentes con más recorrido que otros, unos más altos, otros con menos inclinación. Hay algunos que se construyen con una anchura determinada y cuando se ponen en uso se hace evidente la necesidad de ampliarlo, pues es más transitado de lo planificado inicialmente.

A veces también se decide usar un material, que en seco queda de maravilla, pero cuando llueve ¡resbala! ¿Quién va a correr el riesgo de pasear por él un día de tormenta?

Por eso, siempre durante el proceso de construcción, hay que ir poniéndolo a prueba, y ajustando aquello que no acaba de encajar, redefiniendo el contrato inicial. Incluso después de terminado, habrá que hacer algunas revisiones más o menos periódicas, para comprobar que sigue siendo tal como queremos que sea.

La terapia de pareja es un espacio para mirarnos desde otra perspectiva, para la redefinición de acuerdos, para el ajuste de términos, para el crecimiento personal a través del trabajo en pareja, o incluso para la rescisión de contratos que descubrimos poco útiles para nuestra salud mutua.


Para seguir conociendo más sobre esta terapia, puedes entrar en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario